Durante mucho tiempo, la Formación Profesional (FP) en España fue percibida como la “hermana menor” del sistema educativo, una vía secundaria a la que se orientaban quienes no seguían el camino del Bachillerato y la universidad. Esa visión está cambiando. Hoy la FP aparece como una de las piezas estratégicas para mejorar la empleabilidad de los jóvenes, responder a las necesidades del mercado laboral y modernizar el tejido productivo.
Aun así, persisten estigmas y carencias que dificultan su pleno desarrollo. Este artículo examina la evolución, el estado actual y los retos de la FP en España en el horizonte de 2030.
Breve recorrido histórico
En los años setenta y ochenta, la FP era vista como una opción de “segunda oportunidad”, poco prestigiosa y con un alto grado de segregación social. Con las reformas de los noventa y la integración en el marco europeo, se buscó modernizarla y dignificarla, creando los ciclos de grado medio y superior.
La incorporación del modelo de FP Dual, inspirada en Alemania, supuso un nuevo intento de acercar la formación al mundo empresarial, combinando aprendizaje en el aula con prácticas en empresas.
Hoy, el reto es consolidar esta evolución y situar la FP como una opción atractiva y de calidad para todo tipo de estudiantes.
Un crecimiento sostenido
Los últimos años han visto un aumento notable de la matrícula en FP. Según datos recientes, más de un millón de estudiantes cursan actualmente estas enseñanzas, superando por primera vez al Bachillerato en número de matriculados.
Este crecimiento refleja tanto un cambio de percepción social como una respuesta a la demanda de perfiles técnicos en sectores como la industria, la sanidad, la informática o la logística.
Sin embargo, la oferta no siempre responde al ritmo de la demanda: en algunas ramas hay listas de espera, mientras que en otras la inserción laboral es baja.
Empleabilidad y conexión con el mercado laboral
Una de las fortalezas de la FP es su elevada empleabilidad. En muchos sectores, los titulados de grado medio y superior encuentran trabajo antes y con mejores condiciones que algunos graduados universitarios.
El problema, sin embargo, es doble:
- Desajuste territorial: no todas las comunidades autónomas ofrecen los mismos ciclos, lo que genera desigualdades y obliga a muchos estudiantes a desplazarse.
- Conexión insuficiente: pese a la expansión de la FP Dual, sigue habiendo una brecha entre el mundo educativo y el empresarial, especialmente en pymes que no tienen capacidad para acoger estudiantes en prácticas.
Prestigio social y estigmas persistentes
A pesar de su crecimiento, la FP arrastra todavía un déficit de prestigio. Muchos estudiantes llegan a ella por descarte tras no acceder a la universidad o al Bachillerato. Este estigma social es especialmente fuerte en familias con expectativas de movilidad social ascendente, que siguen viendo la universidad como el camino “natural” hacia el éxito.
Romper con esta percepción es clave. En países como Alemania, Austria o Suiza, la FP goza de gran prestigio y es la vía elegida por muchos jóvenes con independencia de su origen social. En España, la consolidación de esa visión positiva aún está en proceso.
Carencias estructurales
Entre los principales problemas de la FP en España destacan:
- Infraestructuras insuficientes: muchos centros carecen del equipamiento actualizado que exigen sectores en constante transformación tecnológica.
- Formación del profesorado: la actualización permanente es esencial, pero a menudo no se produce al ritmo necesario.
- Orientación académica deficiente: muchos estudiantes desconocen las posibilidades reales de la FP hasta etapas avanzadas, lo que limita su atractivo.
- Desigualdad territorial: el mapa de la FP depende en gran medida de las prioridades autonómicas, lo que genera una oferta fragmentada.
Comparaciones internacionales
El caso alemán suele citarse como ejemplo: allí, más del 50 % de los jóvenes optan por la FP, que cuenta con una estrecha vinculación con las empresas y una alta valoración social. En España, la FP Dual todavía se encuentra en fase de expansión, con una implantación muy desigual según territorios y sectores.
Países nórdicos y centroeuropeos muestran que una FP fuerte y de calidad no solo mejora la empleabilidad, sino que también contribuye a una economía más innovadora y productiva.
Retos hacia 2030
Para consolidar la FP como pilar del sistema educativo español, es necesario afrontar varios desafíos:
- Ampliar la oferta de ciclos en sectores emergentes (digitalización, energías renovables, cuidados, etc.).
- Fortalecer la FP Dual, implicando más a las empresas y ofreciendo incentivos para su participación.
- Actualizar equipamientos e infraestructuras, con una financiación adecuada.
- Mejorar la orientación académica, informando a los estudiantes desde etapas tempranas de las oportunidades que ofrece la FP.
- Reforzar el prestigio social, presentándola como una opción de primer nivel y no como un camino de segunda.
Conclusión
La Formación Profesional se encuentra en un momento decisivo. Ha dejado de ser un itinerario residual para convertirse en una pieza clave del sistema educativo y del mercado laboral. Pero para que cumpla plenamente su potencial necesita recursos, planificación y, sobre todo, un cambio cultural que la sitúe en pie de igualdad con la universidad.
La pregunta de fondo es clara: ¿será la FP en España una verdadera alternativa de calidad y prestigio, o seguirá siendo percibida como un camino secundario? La respuesta dependerá de las políticas que se adopten en los próximos años y de la capacidad de la sociedad para reconocer su valor estratégico.
Preguntas para el debate
- ¿Qué medidas serían más efectivas para mejorar el prestigio social de la FP en España?
- ¿Cómo garantizar que la oferta de ciclos se adapte a las demandas reales del mercado laboral?
- ¿Debe el Estado priorizar la expansión de la FP Dual o reforzar primero la FP convencional?
- ¿Cómo evitar las desigualdades territoriales en la oferta y calidad de la FP?
- ¿Hasta qué punto debería la FP competir con la universidad o más bien complementarse con ella en un sistema integrado?