Hoy, la agricultura se enfrenta a un dilema: seguir produciendo como siempre, con un modelo intensivo que ha degradado suelos y recursos aunque con cierta garantía de rentabilidad a corto plazo; o dar el salto hacia prácticas que cuiden la tierra y, a la vez, aseguren la viabilidad económica como la agricultura regenerativa, una forma de producir que busca restaurar, y no solo explotar, los ecosistemas.
Más allá de lo ecológico
La agricultura regenerativa comparte objetivos con la agricultura ecológica (reducir el uso de químicos, respetar la biodiversidad), pero va un paso más allá: pretende mejorar la salud del suelo, el ciclo del agua y la capacidad de captura de carbono.
Sus principios incluyen: rotación y diversificación de cultivos; uso mínimo o nulo de laboreo para preservar la estructura del suelo; integración de ganado en los ciclos agrícolas para fertilizar de forma natural; y, plantación de setos, árboles y coberturas vegetales que evitan la erosión y mejoran la biodiversidad. En lugar de extraer al límite, la lógica es devolver al terreno más de lo que se le quita.
Una respuesta a la crisis climática y económica
El cambio climático ya está alterando la agricultura: olas de calor, sequías prolongadas, lluvias torrenciales. La agricultura regenerativa aumenta la resiliencia de las explotaciones. Los suelos con mayor materia orgánica retienen hasta un 20% más de agua, según estudios de la FAO. Además, la diversidad de cultivos reduce riesgos de plagas y pérdidas de cosecha y los sistemas mixtos (agricultura + ganadería) distribuyen ingresos y estabilizan la economía familiar.
El interés del consumidor por productos sostenibles crece: el mercado ecológico europeo superó los 55.000 millones de euros en 2022 (IFOAM), y las prácticas regenerativas se posicionan como un paso más en este camino.
Estrategias y programas que la apoyan
- Política Agraria Común (PAC) 2023-2027
- Introduce los ecoesquemas, pagos directos a agricultores que adopten prácticas beneficiosas para el clima y el medio ambiente, como rotación de cultivos o mantenimiento de cubiertas vegetales.
- En España, se destinan más de 1.100 millones de euros anuales a estos incentivos.
- Plan Estratégico Nacional de la PAC
- Incluye medidas específicas para fomentar la agricultura de conservación y la ganadería extensiva vinculada a la regeneración de pastos.
- Estrategia “De la Granja a la Mesa” (UE)
- Objetivo: reducir un 50% el uso de plaguicidas químicos y un 20% el uso de fertilizantes para 2030.
- Promueve la conversión a sistemas de producción más sostenibles, incluyendo los regenerativos.
- Planes autonómicos
- Cataluña, Navarra y Andalucía ya cuentan con programas piloto para impulsar prácticas regenerativas en viñedos, olivares y pastos.
Innovación enraizada en tradición
Aunque el término “regenerativa” suene novedoso, muchas de sus prácticas beben de la sabiduría campesina tradicional: respetar los ciclos, aprovechar recursos locales, mantener policultivos. La innovación consiste en combinar ese conocimiento con tecnologías modernas como sensores para medir humedad y nutrientes en tiempo real, mapas satelitales y drones para planificar rotaciones y detectar estrés hídrico y plataformas digitales para vender directamente al consumidor y certificar el origen.
Retos para su adopción
No todo son ventajas inmediatas. Cambiar de un modelo intensivo a uno regenerativo conlleva un periodo de transición (2-5 años) con rendimientos potencialmente más bajos. Además, requiere formación específica y acompañamiento técnico y acceso a financiación para invertir en infraestructuras adaptadas (riego eficiente, maquinaria mínima). En este sentido, los créditos verdes de entidades como el ICO o el Banco Europeo de Inversiones ofrecen condiciones ventajosas para inversiones agrícolas sostenibles.
Experiencias que abren camino
- AlVelAl: apoya y monitorea la puesta en marcha de técnicas agrícolas ecológicas y regenerativas desarrollando acciones formativas sobre diferentes temáticas como la restauración del paisaje, el manejo holístico del ganado, la creación de humedales, zanjas de curvas de nivel, uso de biofertilizantes y emprendimiento en el sector agrario y apoyando económicamente a las personas productoras a través de diversos fondos económicos para la implementación de estas técnicas y apoyando la comercialización de productos ecológicos y regenerativos.
- Mustai Ortua: este proyecto familiar en Vizcaya se dedica al cultivo con técnicas de agricultura regenerativa, buscando ofrecer productos sanos, de calidad y libres de agrotóxicos, promoviendo el consumo local.
- Asociación de Agricultura Regenerativa Ibérica: esta asociación trabaja en la difusión de conocimientos y la promoción de la agricultura regenerativa en la península ibérica, incluyendo un mapa de fincas regenerativas.
Pero para que esta transformación sea real y duradera, no basta con cambiar la técnica en el campo: es necesario actuar sobre toda la cadena de valor agrícola, desde la producción hasta la comercialización.
Más que producir: transformar para multiplicar valor
En demasiadas comarcas rurales, la agricultura sigue funcionando como un mero proveedor de materia prima para grandes cadenas. Esto limita el margen económico de los productores y los hace dependientes de precios fijados lejos de su realidad. El impulso de la agricultura regenerativa necesita ir acompañado de pequeñas industrias de transformación que permitan elaborar productos de mayor valor añadido (aceites, mermeladas, quesos, conservas, harinas), adaptar formatos y presentaciones al consumidor actual y mantener el empleo y la riqueza dentro del territorio.
Los obradores comunitarios o centros de transformación compartida, financiados en parte por programas LEADER y fondos Next Generation EU, son un ejemplo de infraestructura estratégica: permiten que varios productores utilicen las mismas instalaciones con estándares sanitarios y técnicos, reduciendo costes y riesgos.
Canales de comercialización: cercanía y digitalización
Además, la regeneración agrícola debe ir acompañada de canales de venta que reduzcan intermediarios y acerquen productor y cliente a través de canales presenciales: circuitos cortos de comercialización (venta directa en la explotación o en pequeños mercados agrícolas locales) y desarrollo de grupos y cooperativas de consumo con distribución periódica de cestas de temporadas a los entornos cercanos.
También se pueden potenciar canales virtuales como plataformas de comercio electrónico local que agrupan la oferta de varios productores, facilitando logística y visibilidad; tiendas online propias para ampliar mercado sin perder control sobre el producto y el relato que lo acompaña; y, alianzas con marketplaces especializados en alimentación sostenible para llegar a públicos urbanos interesados en productos de calidad y origen transparente.
Este desarrollo productivo y comercial requiere inversión en infraestructuras de transformación y distribución a escala comarcal, formación en gestión empresarial, marketing y digitalización para productores e incentivos fiscales y facilidades administrativas para quienes promuevan circuitos cortos o venta directa o quieran activar canales virtuales.
Preguntas para el debate
- ¿Qué barreras dificultan la adopción de la agricultura regenerativa en España?
- ¿Es posible combinar rentabilidad económica y regeneración ambiental en explotaciones agrícolas?
- ¿Qué papel debería jugar la PAC en la transición hacia modelos regenerativos?
- ¿Hasta qué punto la agricultura regenerativa es compatible con la producción a gran escala?
- ¿Cómo comunicar al consumidor el valor añadido de estos productos?