Juventud y relevo generacional: atraer y retener talento

En muchos pueblos de España el éxodo juvenil es uno de los motores más potentes de la despoblación. Las generaciones jóvenes se marchan y no regresan, dejando un vacío no solo demográfico, sino también social, económico y cultural. Frenar esa fuga de talento es quizá el desafío más complejo del reto demográfico

Un viaje sin billete de vuelta

Las razones por las que los jóvenes dejan el medio rural son variadas, pero se entrelazan en un patrón común: la falta de oportunidades laborales estables y bien remuneradas; la necesidad de formación superior que solo está disponible en entornos urbanos; y, la ausencia o precariedad de servicios clave como transporte, conectividad digital, espacios de ocio y sanidad especializada.

La mayoría se marcha pensando en volver “algún día”, pero la vida, con sus empleos, hipotecas y redes sociales, suele enraizar en la ciudad. Volver se convierte en una posibilidad lejana.

El relevo que no llega

La ausencia de relevo generacional afecta a todos los sectores de la economía rural:

  • En la agricultura y ganadería, la media de edad de los titulares de explotaciones supera los 60 años.
  • Comercios y talleres cierran sin sucesión.
  • Asociaciones culturales y deportivas pierden dinamismo al quedarse sin miembros jóvenes.

Esta pérdida de energía renovadora debilita el tejido comunitario y reduce la capacidad de adaptación a los cambios tecnológicos, económicos y ambientales.

Factores de expulsión… y de atracción

Si queremos revertir esta tendencia, debemos comprender qué empuja a los jóvenes fuera y qué podría atraerles de nuevo:

Factores de expulsión:

  • Escasez de empleo cualificado.
  • Pocas opciones de vivienda asequible y rehabilitada.
  • Conexiones de transporte e internet insuficientes.
  • Oferta limitada de actividades culturales y de ocio.

Factores de atracción (si se desarrollan):

  • Incentivos para emprender en sectores innovadores y sostenibles.
  • Facilidades para teletrabajar desde el medio rural.
  • Acceso a vivienda a precios razonables, con ayudas para rehabilitación.
  • Espacios comunitarios y programas de dinamización cultural.

Casos que inspiran

En la comarca de El Bierzo (León), una cooperativa de jóvenes ha recuperado tierras abandonadas para cultivar frutales de variedades locales, combinando venta directa y comercio online. En La Alpujarra (Granada), un grupo de profesionales del sector audiovisual ha creado un centro de coworking que acoge tanto a teletrabajadores locales como a nómadas digitales.

Estos ejemplos demuestran que, con condiciones adecuadas, el medio rural puede ser atractivo para quienes buscan calidad de vida, cercanía comunitaria y entornos saludables.

Una estrategia para el relevo generacional

Garantizar que haya una nueva generación dispuesta a vivir y trabajar en el campo implica:

  1. Políticas activas de empleo joven adaptadas a la realidad rural.
  2. Formación profesional y universitaria vinculada a sectores con potencial en cada territorio.
  3. Incentivos fiscales y financieros para quienes emprendan o se establezcan en municipios de baja densidad.
  4. Ayudas para la vivienda. El Plan Estatal de Vivienda 2022-2025 ofrece ayudas a jóvenes menores de 35 años para la adquisición de vivienda habitual en municipios con menos de 10.000 habitantes. La subvención puede ser de hasta 10.800 euros, con un límite del 20% del precio de compra, siempre que la vivienda no supere los 120.000 euros. Además de la edad y el tamaño del municipio, suelen requerirse ingresos anuales que no superen los 24.318 euros y que la vivienda sea la residencia habitual y permanente durante al menos cinco años. 
  5. Infraestructuras físicas y digitales que permitan trabajar y vivir en igualdad de condiciones respecto a las ciudades.

La juventud no es solo el futuro del medio rural: es su presente más urgente. Sin un relevo generacional real, las inversiones en otros ámbitos (sanidad, transporte, cultura) se quedarán sin destinatarios permanentes.

Un cambio de relato

Además de medidas concretas, es necesario cambiar la narrativa. El medio rural no debe presentarse solo como un lugar al que “volver” cuando todo lo demás falla, sino como un espacio donde construir proyectos de vida sólidos, innovadores y conectados con el mundo.

El reto no es convencer a los jóvenes de que se queden por obligación, sino crear las condiciones para que quieran quedarse o regresar.

Preguntas para el debate

  1. ¿Qué factores pesan más en la decisión de un joven de abandonar o quedarse en el medio rural?
  2. ¿Qué sectores económicos tienen más potencial para atraer a jóvenes cualificados al campo?
  3. ¿Cómo puede el teletrabajo contribuir al retorno juvenil?
  4. ¿Deberían las políticas para jóvenes en el medio rural ser diferentes a las de las ciudades?
  5. ¿Qué papel pueden jugar las universidades y centros de formación en la repoblación rural?
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