Del turismo sostenible al turismo regenerativo

Durante décadas, la sostenibilidad ha sido la palabra mágica del discurso turístico: una etiqueta omnipresente en informes institucionales, estrategias de marketing, planes gubernamentales y proyectos empresariales. El “turismo sostenible” se ha presentado como la solución para conciliar crecimiento económico, conservación ambiental y equidad social. Sin embargo, en muchos casos, ha quedado reducido a una retórica de mínimos o, peor aún, a un lavado de imagen (greenwashing) que perpetúa las mismas lógicas extractivas bajo una nueva apariencia.

Frente a esta deriva, están surgiendo otras propuestas más exigentes, radicales y transformadoras. Una de las más prometedoras es la del turismo regenerativo, que va más allá de reducir impactos negativos: se propone mejorar los territorios y comunidades que acogen el turismo. Este artículo explora la evolución del concepto de sostenibilidad turística, examina sus límites, y presenta el enfoque regenerativo como una posible vía hacia un turismo verdaderamente responsable y orientado al cuidado de la vida.

¿Qué es (y qué no es) el turismo sostenible?

El turismo sostenible se define, según ONU Turismo, como aquel que “tiene plenamente en cuenta sus impactos económicos, sociales y ambientales actuales y futuros, satisfaciendo las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas”.

En la práctica, esta definición ha sido aplicada de forma muy dispar. A menudo, los planes de turismo sostenible se han centrado en acciones parciales y superficiales:

  • Reducción del uso de plásticos o de agua en hoteles.
  • Certificaciones medioambientales para alojamientos o agencias.
  • Compensación de emisiones de vuelos mediante compra de créditos de carbono.
  • Promoción de «turismo rural» sin cambiar la lógica extractiva.

Estos pasos, si bien positivos, no abordan los fundamentos del modelo turístico dominante: la dependencia del transporte aéreo, la presión sobre ecosistemas frágiles, la concentración de beneficios en pocas manos o la exclusión de las comunidades locales de la toma de decisiones.

En muchos casos, lo “sostenible” ha servido para legitimar más crecimiento turístico, no para cuestionarlo. De ahí que cada vez más voces hablen de una sostenibilidad agotada.

El giro regenerativo: una nueva narrativa

El concepto de regeneración proviene originalmente de la biología y la ecología, donde alude a la capacidad de los sistemas vivos para sanar, recomponerse y evolucionar. En el ámbito socioambiental, la regeneración se entiende como un enfoque activo y restaurador, que busca que las actividades humanas no solo no dañen, sino que revitalicen los ecosistemas y las comunidades.

Aplicado al turismo, el enfoque regenerativo propone una transformación profunda del propósito, la escala y la lógica de esta actividad. Algunos de sus principios clave son:

  • Dejar los lugares mejor de lo que estaban: no basta con minimizar el impacto; se busca que el turismo contribuya a la restauración ecológica y al bienestar comunitario.
  • Enraizarse en el territorio: cada proyecto turístico debe ser profundamente contextual, diseñado desde la singularidad cultural, social y ecológica del lugar.
  • Participación genuina de la comunidad: los habitantes del territorio no son “stakeholders” periféricos, sino protagonistas y co-diseñadores de la actividad turística.
  • Reconexión con el sentido: el turismo debe estar al servicio de la vida, de la educación, del encuentro intercultural, no del consumo acelerado y masivo.
  • Economía circular y regenerativa: los ingresos deben circular localmente, fortalecer los vínculos comunitarios y regenerar los recursos naturales.

De la mitigación a la transformación

Mientras que el turismo sostenible se enfoca en mitigar impactos negativos, el turismo regenerativo busca generar impactos positivos netos. Este cambio de enfoque implica pasar:

TURISMO SOSTENIBLETURISMO REGENERATIVO
Minimizar dañosRestaurar ecosistemas y culturas
Adaptar lo existenteRediseñar desde el cuidado
Enfoque en el visitanteEnfoque en el territorio y su comunidad
Certificaciones y métricasProcesos vivos y relacionales
Optimización del modelo actualTransformación del modelo
Mejora técnicaCambio de valores y visión del mundo

El turismo regenerativo parte de una pregunta clave: ¿qué necesita este lugar para estar más sano, más vivo, más justo? Y desde ahí se construye la experiencia turística, no al revés.

Ejemplos inspiradores

A pesar de ser un enfoque emergente, ya existen iniciativas que se reconocen (o se aproximan) al turismo regenerativo:

Te Urewera (Aotearoa/Nueva Zelanda)

El antiguo parque nacional de Te Urewera fue devuelto a sus guardianes ancestrales, el pueblo Tūhoe. Hoy, se gestiona como un ser vivo con personalidad jurídica. Las experiencias turísticas son diseñadas por la comunidad, con énfasis en el aprendizaje mutuo, el respeto al bosque y la revitalización cultural.

Costa Rica. Proyectos de regeneración ecológica comunitaria

Varios proyectos en Costa Rica combinan turismo ecológico con reforestación, monitoreo de fauna, agricultura regenerativa y formación ambiental para visitantes y residentes. No solo protegen el entorno, sino que crean empleos significativos y fortalecen la identidad local.

España . Turismo agroecológico en cooperativas rurales

En zonas como Navarra o Andalucía, proyectos gestionados por cooperativas locales combinan turismo con producción agroecológica, recuperación de variedades autóctonas y pedagogía ambiental. Los visitantes participan en las tareas, comparten saberes y contribuyen a sostener el territorio.

Ecuador. Turismo indígena regenerativo

Comunidades como Sarayaku o Cotacachi gestionan experiencias turísticas que integran la cosmovisión kichwa o shuar. El visitante se convierte en parte de un proceso de defensa del territorio, aprendizaje cultural y sanación mutua.

Desafíos del enfoque regenerativo

Aunque potente en su visión, el turismo regenerativo enfrenta obstáculos importantes:

  • Falta de marcos legales que lo reconozcan y fomenten.
  • Poca visibilidad en los canales de promoción masiva.
  • Riesgo de cooptación o banalización del término por actores tradicionales que buscan reputación sin transformación real.
  • Exigencia de procesos lentos, profundos y relacionales, difíciles de escalar o replicar mecánicamente.
  • Requiere desaprender lógicas de mercado, y asumir otras temporalidades, prioridades y métricas.

No es un modelo de “receta rápida”, sino de transformación cultural.

¿Cómo avanzar hacia un turismo regenerativo?

Algunas claves para transitar hacia un modelo regenerativo podrían incluir:

  • Educación transformadora para quienes diseñan, gestionan y consumen turismo.
  • Inversión pública y privada con criterios éticos y ecológicos.
  • Mapeo de iniciativas locales que ya trabajan desde la regeneración.
  • Creación de redes territoriales entre productores, comunidades, colectivos culturales y alojamientos.
  • Marco ético y político común, centrado en el derecho a habitar, la salud del territorio y el valor del cuidado.

Conclusión

El turismo regenerativo no es una moda ni una certificación más. Es una invitación a repensar profundamente por qué viajamos, cómo nos relacionamos y qué mundos queremos construir. Frente a un modelo turístico que agota cuerpos, territorios y culturas, la regeneración plantea otra lógica: la del cuidado, la del arraigo, la del encuentro transformador.

No se trata de hacer “mejor” lo que ya existe, sino de imaginar algo distinto: un turismo que deje huella, sí, pero una huella fértil, colectiva y sanadora. Un turismo que siembre.

Preguntas para el debate

  1. ¿Hasta qué punto el concepto de “turismo sostenible” ha sido cooptado por el marketing verde?
  2. ¿Qué diferencia hay entre sostenibilidad y regeneración en el contexto turístico?
  3. ¿Qué implicaciones prácticas tiene diseñar un turismo que regenere en lugar de solo “no dañar”?
  4. ¿Puede un turismo regenerativo funcionar dentro de una lógica de mercado capitalista?
  5. ¿Qué rol tienen los visitantes en un modelo turístico verdaderamente transformador?
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