La brecha territorial: desigualdad de oportunidades entre campo y ciudad

La distancia entre un pequeño pueblo y una gran ciudad en España no se mide solo en kilómetros. También se mide en oportunidades. La brecha territorial es ese espacio invisible pero tangible, que separa la vida de quienes habitan en entornos rurales de la de quienes lo hacen en áreas urbanas. Una diferencia que no solo es geográfica, sino económica, social y cultural.

Más allá del mapa: una brecha estructural

En las últimas décadas, la concentración de población y actividad económica en torno a unas pocas áreas metropolitanas ha generado un desequilibrio evidente. No se trata únicamente de que Madrid y Barcelona concentren a casi el 15% de la población nacional; se trata de que en estas ciudades y sus entornos se ubican la mayoría de centros administrativos, sedes empresariales, infraestructuras estratégicas y oferta cultural y educativa de primer nivel.

Mientras tanto, en buena parte del territorio rural, el acceso a esos mismos recursos es limitado. Esto no es fruto del azar: las políticas de inversión y planificación, así como la localización de servicios clave, han reforzado la centralidad de las grandes urbes, dejando a muchas comarcas fuera de los principales flujos de desarrollo.

Servicios: el acceso desigual

En España, la cobertura de servicios públicos y privados muestra una diferencia significativa según el lugar de residencia:

  • Sanidad: en algunos municipios rurales, la atención médica se limita a consultas puntuales de médicos itinerantes, y los hospitales pueden estar a más de una hora de distancia.
  • Educación: el cierre de escuelas por falta de alumnado obliga a desplazamientos largos desde edades tempranas, lo que desincentiva a las familias jóvenes a permanecer en el medio rural.
  • Transporte público: la oferta de autobuses o trenes es escasa y, en ocasiones, inexistente, dejando el coche privado como única opción viable.
  • Cuidados: la atención a personas mayores o dependientes es un reto mayúsculo. La escasez de residencias, centros de día y servicios domiciliarios genera sobrecarga en las familias, especialmente en mujeres que asumen de forma no remunerada estas tareas.
  • Servicios financieros: el cierre progresivo de oficinas bancarias ha dejado a muchos municipios sin acceso presencial a operaciones básicas, generando exclusión financiera, especialmente entre personas mayores que no manejan con soltura la banca digital.

En cambio, en las áreas urbanas la proximidad y densidad de servicios genera una sensación de inmediatez y facilidad que contribuye a retener población y atraer nuevos habitantes.

Economía: el poder de la concentración

El tejido empresarial también refleja esta desigualdad. Las ciudades grandes concentran:

  • La mayoría de las sedes de grandes empresas.
  • Centros de investigación e innovación.
  • Universidades y polos tecnológicos.

Esto significa que el acceso a empleos bien remunerados y diversificados es mucho mayor en entornos urbanos. En el medio rural, la economía sigue estando muy ligada a sectores primarios y, en menor medida, al turismo estacional o a pequeñas iniciativas locales, que en muchos casos enfrentan problemas de financiación, comercialización y digitalización.

Conectividad: el nuevo factor de exclusión

En un mundo donde la información y el trabajo se mueven por redes digitales, la brecha territorial también se manifiesta en la brecha digital.
Aunque se han hecho avances importantes, todavía existen zonas donde la conexión a internet es lenta, inestable o cara. Esto limita el teletrabajo, la educación a distancia y el acceso a servicios digitales, reforzando el aislamiento.

Consecuencias de una brecha persistente

Si la brecha territorial no se corrige, sus efectos se retroalimentan:

  • Menos población implica menos consumo local, lo que debilita el comercio y los servicios.
  • La falta de oportunidades profesionales empuja a los jóvenes a emigrar.
  • El envejecimiento demográfico aumenta la dependencia y reduce la capacidad de innovación local.

A largo plazo, la desigualdad territorial puede derivar en un país fragmentado, con zonas hiperconectadas y prósperas frente a otras empobrecidas y en retroceso.

Lecciones desde Europa

Algunos países han implementado estrategias para cerrar esta brecha:

  • Francia ha reforzado la red de “ciudades medias” como nodos intermedios que equilibran el territorio.
  • Alemania ha promovido la descentralización administrativa y ha repartido sedes de organismos públicos en diferentes estados federados.
  • Países nórdicos han apostado por la conectividad digital universal y la provisión de servicios públicos incluso en zonas muy remotas.

La red de ciudades intermedias en Francia

En Francia, las ciudades intermedias son núcleos urbanos de entre 20.000 y 100.000 habitantes que actúan como centros de servicios, comercio, empleo y cultura para una amplia área rural circundante. No se conciben como meros municipios grandes, sino como nodos estratégicos de una red que articula el territorio.

Este enfoque está respaldado por políticas nacionales y locales coordinadas:

  • Programa “Action Cœur de Ville” (2018-2026): dotado con más de 5.000 millones de euros para revitalizar 222 ciudades intermedias mediante rehabilitación de vivienda, dinamización comercial y mejora de servicios públicos.
  • Plan France Services: una red de ventanillas únicas que centraliza trámites administrativos, con presencia física en muchas ciudades intermedias y pueblos grandes, para reducir desplazamientos.
  • Inversiones específicas en infraestructura de transporte y conectividad digital, asegurando que estas ciudades sean accesibles por tren y carretera, y tengan cobertura digital de alta calidad.

Este modelo ha conseguido mantener un acceso más equitativo a la sanidad y la educación: hospitales comarcales bien equipados, institutos y centros de formación profesional en ciudades intermedias, reduciendo la dependencia de las metrópolis. Además, ha contribuido a la cohesión social y económica: las ciudades intermedias ofrecen oportunidades laborales y servicios que evitan que las zonas rurales se vacíen completamente. Por último, este modelo policéntrico ha disminuido la presión sobre las grandes ciudades y ha aportado mayor vitalidad a las áreas rurales

Aunque el contexto geográfico y demográfico es distinto, España podría adaptar elementos clave:

  • Definir y apoyar una red de ciudades intermedias estratégicas que actúen como “puentes” entre áreas rurales y grandes urbes.
  • Dotar a estas ciudades de servicios públicos de alta calidad y conectividad multimodal.
  • Utilizar instrumentos similares al Action Cœur de Ville para revitalizar centros urbanos medianos y fortalecer su papel en la red territorial.

En el marco del reto demográfico, integrar este enfoque ayudaría a que el acceso a sanidad, educación, transporte, cuidados y servicios financieros deje de depender casi exclusivamente de las grandes capitales provinciales, reduciendo así una de las principales causas del abandono rural.

El reto para España

Reducir la brecha territorial en España requiere:

  1. Invertir en servicios básicos para que vivir en un pueblo no implique renunciar a educación, sanidad o movilidad de calidad.
  2. Descentralizar la administración y distribuir organismos públicos y sedes institucionales fuera de las capitales.
  3. Impulsar la economía rural diversificando sectores y apostando por innovación, digitalización y sostenibilidad.
  4. Garantizar la conectividad digital como derecho básico, equiparable al acceso a agua o electricidad.

La brecha territorial es una línea de separación que marca el presente y el futuro de millones de personas. Si queremos un país cohesionado y sostenible, esa línea debe difuminarse hasta desaparecer.

Preguntas para el debate

  1. ¿Qué servicios son prioritarios para reducir la brecha territorial?
  2. ¿Es viable garantizar la misma calidad de servicios en un pueblo pequeño que en una gran ciudad?
  3. ¿Qué papel debe jugar la iniciativa privada frente a la administración pública en la provisión de servicios rurales?
  4. ¿Cómo combatir la exclusión financiera en un contexto de digitalización bancaria?
  5. ¿Hasta qué punto el acceso a los cuidados influye en la decisión de permanecer en el medio rural?
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