Geopolítica del agua: conflictos, cooperación y migraciones

En un planeta donde el agua dulce es limitada y está desigualmente distribuida, este recurso se convierte inevitablemente en un asunto político. No solo alimenta cultivos y genera energía, sino que también traza fronteras, condiciona relaciones diplomáticas y, en algunos casos, desata tensiones que pueden escalar hasta el conflicto. La geopolítica del agua es, en esencia, la intersección entre geografía, poder y supervivencia.

Agua como recurso estratégico

Más de 260 cuencas hidrográficas en el mundo son compartidas por dos o más países. Esto significa que lo que uno haga aguas arriba (construir una presa, desviar un cauce, contaminar un río) afecta directamente a sus vecinos aguas abajo. En un contexto de cambio climático y creciente demanda, este hecho convierte al agua en un recurso estratégico, a veces más que el petróleo o el gas.

El agua rara vez es la única causa de una guerra, pero puede ser un factor que exacerba tensiones preexistentes.

La cuenca del Nilo

  • El Nilo Azul nace en Etiopía y aporta la mayor parte del caudal del Nilo que llega a Sudán y Egipto.
  • La construcción por parte de Etiopía de la Gran Presa del Renacimiento (GERD) ha generado fuertes tensiones diplomáticas, especialmente con Egipto, que teme por su seguridad hídrica.
  • Las negociaciones, mediadas por la Unión Africana y otros actores internacionales, han tenido avances y retrocesos, sin un acuerdo definitivo sobre el llenado y operación de la presa.

El Indo entre India y Pakistán

  • Regulado por el Tratado de Aguas del Indo (1960), uno de los acuerdos hídricos más duraderos, que reparte seis ríos entre ambos países.
  • A pesar de la tensión política y los conflictos bélicos, el tratado se ha mantenido en vigor y ha permitido un mínimo de cooperación técnica.
  • El cambio climático y la creciente demanda amenazan con poner a prueba su resistencia.

Conflictos y cooperación: dos caras de la misma moneda

Aunque la narrativa más común se centra en el riesgo de “guerras por el agua”, la historia muestra que la cooperación ha sido más frecuente que el enfrentamiento abierto. Existen más de 3.600 acuerdos internacionales de gestión de aguas transfronterizas, muchos de ellos funcionando desde hace décadas.

La cooperación puede tomar muchas formas:

  • Tratados de reparto de caudales.
  • Acuerdos de protección medioambiental.
  • Proyectos conjuntos de infraestructuras hidráulicas.
  • Mecanismos de intercambio de información hidrológica.

Cuando funciona, la cooperación hídrica no solo evita conflictos, sino que puede convertirse en una herramienta de diplomacia y construcción de confianza entre naciones.

Ejemplos de acuerdos de cooperación que funcionan

Existen ejemplos que demuestran que el agua puede ser un puente más que una barrera:

  • Comisión Internacional del Río Danubio (CIRD): 14 países y la UE coordinan políticas para proteger y gestionar el Danubio, incluyendo la reducción de contaminación, gestión de inundaciones y protección de ecosistemas.
  • Comisión del Río Mekong (MRC): aunque no todos los países ribereños son miembros plenos, ha permitido intercambiar datos hidrológicos y coordinar la gestión de presas para mitigar impactos aguas abajo.
  • Tratado de Aguas de la Cuenca del Plata: Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay cooperan en navegación, desarrollo hidroeléctrico y protección ambiental, reduciendo riesgos de conflicto.

Estos casos comparten un elemento: estructuras permanentes de diálogo, con intercambio regular de información y mecanismos para resolver disputas sin recurrir a la fuerza.

Agua y desplazamientos humanos

El acceso o la falta de acceso al agua también influye en los movimientos migratorios. Sequías prolongadas, degradación de tierras y pérdida de cosechas fuerzan a millones de personas a abandonar sus hogares.

Algunos ejemplos relevantes:

  • Sudán y el Sahel: sequías prolongadas y desertificación han obligado a millones a abandonar tierras agrícolas, exacerbando conflictos entre pastores y agricultores.
  • Siria: entre 2006 y 2010, una sequía histórica provocó la pérdida de medios de vida agrícolas, forzando a más de 1,5 millones de personas a migrar a ciudades ya saturadas, contribuyendo a tensiones sociales previas a la guerra.
  • Bangladés: la intrusión salina por el aumento del nivel del mar en el delta del Ganges-Brahmaputra está desplazando comunidades enteras hacia áreas urbanas y hacia el extranjero.

Según el Internal Displacement Monitoring Centre (IDMC), entre 2016 y 2021 el promedio anual de desplazamientos internos relacionados con inundaciones, sequías y tormentas fue de 20 millones de personas, y se espera que el cambio climático intensifique esta tendencia.

Datos clave de la geopolítica del agua

IndicadorCifra aproximadaFuente
Cuencas transfronterizas en el mundo263ONU-Agua
Población que vive en estas cuencas40% de la población mundialONU-Agua
Acuerdos internacionales sobre aguaMás de 3.600UNESCO
Personas desplazadas anualmente por eventos climáticos extremos20-25 millonesIDMC (2023)
Principales regiones con estrés hídrico severoNorte de África, Oriente Medio, Asia CentralWRI

Un equilibrio frágil

La geopolítica del agua se mueve en un terreno de equilibrios inestables. Las presiones demográficas, económicas y climáticas aumentan la probabilidad de tensiones, pero también hacen más urgente la cooperación. Cada presa construida o canal desviado puede interpretarse como una amenaza o como una oportunidad, dependiendo de la voluntad política y de los mecanismos de gestión existentes.

El reto es doble: evitar que el agua se convierta en un catalizador de conflictos y, al mismo tiempo, aprovechar su potencial como motor de integración y desarrollo compartido. En este sentido, el agua no solo refleja el estado de las relaciones internacionales, sino que también puede moldearlas.

En el próximo artículo veremos cómo, más allá de la esfera diplomática y militar, la falta de acceso al agua potable y al saneamiento sigue siendo una deuda pendiente para millones de personas, incluso en regiones sin tensiones geopolíticas evidentes.

Preguntas para el debate

  1. ¿Qué factores convierten al agua en un recurso geopolítico?
  2. ¿Cómo pueden prevenirse conflictos por agua entre países que comparten cuencas?
  3. ¿Qué papel juega el cambio climático en la intensificación de las tensiones hídricas?
  4. ¿Puede la cooperación internacional en torno al agua fortalecer la paz?
  5. ¿Qué ejemplos de “diplomacia del agua” podrían inspirar a otras regiones?
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