Calidad del agua: amenazas y soluciones

Abrir un grifo y esperar que el agua sea segura para beber es una expectativa común en muchas partes del mundo, pero no una garantía universal. La calidad del agua no es un atributo estático: se construye (o se degrada) a lo largo de todo su recorrido, desde su origen natural hasta que llega a nuestras manos y regresa al medio. Mantenerla en condiciones óptimas implica comprender las amenazas que la acechan y aplicar estrategias para prevenir, controlar y revertir su deterioro.

Factores que amenazan la calidad del agua

Las amenazas pueden originarse en actividades humanas o en procesos naturales, pero su impacto se multiplica cuando se combinan con una gestión deficiente.

  • Contaminación química: procedente de fertilizantes, pesticidas, vertidos industriales, metales pesados y compuestos orgánicos persistentes.
  • Contaminación biológica: causada por microorganismos patógenos como bacterias (Escherichia coli, Vibrio cholerae), virus y protozoos.
  • Eutrofización: exceso de nutrientes (nitratos, fosfatos) que provoca proliferación de algas y reducción de oxígeno, afectando a la fauna acuática.
  • Contaminación emergente: microplásticos, fármacos y productos de cuidado personal que no siempre son eliminados en tratamientos convencionales.

En todos los casos, la combinación de estas presiones reduce la capacidad de los ecosistemas acuáticos para autorregularse y poner a disposición agua de calidad.

La magnitud del problema

IndicadorCifra aproximadaFuente
Personas que consumen agua contaminada con heces1.700 millonesOMS (2023)
Muertes anuales por enfermedades diarreicas vinculadas al agua insalubre485.000OMS (2023)
Porcentaje de aguas residuales vertidas sin tratar en países de ingresos bajos> 80%ONU-Agua
Ríos europeos con exceso de nutrientes38%Agencia Europea de Medio Ambiente
Concentración media global de microplásticos en aguas superficiales5.000 partículas/km²UNESCO (estimación 2022)

Estrategias de prevención y control

La calidad del agua puede preservarse y mejorarse a través de un conjunto de medidas que actúan en distintas fases del ciclo integral.

  1. Protección en origen
    • Establecer zonas de protección alrededor de captaciones de agua potable.
    • Restaurar ecosistemas naturales (humedales, bosques de ribera) que actúan como filtros naturales.
  2. Tratamiento eficaz
    • Potabilización adaptada a la calidad del agua bruta.
    • Tecnologías avanzadas como ósmosis inversa, ozonización o filtración con membranas para contaminantes emergentes.
  3. Gestión de vertidos
    • Obligatoriedad de depuración para aguas residuales domésticas e industriales.
    • Sistemas de reutilización de aguas tratadas, reduciendo vertidos y cerrando ciclos.
  4. Monitoreo continuo
    • Redes de control de calidad que permitan respuesta rápida ante episodios de contaminación.
    • Integración de sensores y análisis en tiempo real para anticipar riesgos.

Casos de éxito: cuando la calidad mejora

1. La recuperación del río Emscher (Ruhr, Alemania)

Considerado durante décadas “la cloaca del Ruhr”, el Emscher fue escenario de vertidos industriales y aguas residuales sin tratamiento. Desde los 1980, la asociación Emschergenossenschaft ejecutó un plan de restauración de más de 5 500 millones de euros, que incluyó construcción de un enorme sistema de alcantarillado, estaciones depuradoras y canales subterráneos de desalojo. En 2021 se logró eliminar los vertidos directos al río, recuperando su vida ecológica: han vuelto aves, peces, camarones e incluso castores. Además, se inauguraron más de 130 km de vías verdes y ciclovías a lo largo del cauce.

2. El gran restablecimiento del río Kissimmee (Florida, EE.UU.)

Tras décadas de canalización, drenaje y destrucción de humedales, las autoridades dieron marcha atrás. Entre 1992 y 2021 se restauraron 64 km del cauce original y más de 10 000 hectáreas de humedales. El regreso de inundaciones naturales mejoró la calidad del agua, aumentó los niveles de oxígeno disuelto y revitalizó organismos acuáticos, peces, aves y cocodrilos, recuperando la cadena trófica completa.

3. Renacer comunitario: río Bhaisahi (India)

En el distrito de Mau (Uttar Pradesh), el río Bhaisahi fue rehabilitado gracias al programa MNREGA. Se restauraron 41 km de cauce, se removeron sedimentos (unos 4 000 m³), se plantaron 134 800 árboles para estabilidad de riberas y se generaron casi 178 000 jornadas de trabajo local. El resultado: flujo de agua permanente, más biodiversidad y recuperación del suelo.

4. Revitalización urbana: Cheonggyecheon (Seúl, Corea del Sur)

Cubierto con una autopista en los años 70, este arroyo urbano fue reabierto en 2005 tras una ambiciosa restauración de 281 millones de dólares. Hoy es un corredor verde vibrante, con un aumento del 639 % en biodiversidad, inclusión de peces, vegetación, aves, insectos y mejora del microclima urbano.

5. El río Don y la reserva natural de Sheffield (Reino Unido)

En Sheffield se mejoraron los procesos de tratamiento (reducción de amoníaco, mejor filtración y desinfección), lo que permitió restaurar la fauna en el río Don. La antigua planta de lodos fue transformada en reserva natural para aves migratorias. El retorno de peces y aves es testamento del éxito técnico y ecológico.

El reto de los contaminantes emergentes

Uno de los desafíos más complejos es la presencia de sustancias para las que no existen aún límites regulados o tecnologías de eliminación universalmente aplicadas. Los microplásticos, por ejemplo, ya se encuentran en aguas de lluvia, glaciares y océanos, y su impacto a largo plazo en la salud humana y ambiental está todavía por determinar. Algo similar ocurre con residuos de medicamentos y cosméticos, que requieren procesos avanzados de tratamiento y políticas de reducción en origen.

Economía circular del agua

Cerrar el círculo del agua significa que el recurso, una vez utilizado, no se pierde ni contamina de forma irreversible, sino que pasa por procesos que lo devuelven al ciclo natural o lo reincorporan a usos productivos o ambientales. Este enfoque es la base de la economía circular del agua y tiene tres pilares esenciales: tratamiento, depuración y reutilización.

1. Tratamiento de agua para consumo

El tratamiento de agua potable es el primer eslabón del ciclo integral, porque prepara el recurso para un uso humano seguro. Aunque los procesos varían según la calidad del agua bruta (superficial o subterránea), suelen seguir una secuencia:

  1. Captación: extracción de agua de ríos, embalses, lagos o acuíferos.
  2. Pretratamiento: eliminación de sólidos grandes mediante rejillas o desarenadores.
  3. Coagulación y floculación: adición de coagulantes que agrupan partículas suspendidas formando flóculos.
  4. Decantación: sedimentación de flóculos en tanques para separar agua clarificada.
  5. Filtración: paso por filtros de arena, carbón activo u otros medios para retener partículas finas y contaminantes.
  6. Desinfección: destrucción de microorganismos patógenos con cloro, ozono o radiación ultravioleta.

Este proceso garantiza que el agua cumpla con los estándares de potabilidad antes de su distribución.

2. Depuración de aguas residuales

Cuando el agua se ha usado, ya sea en hogares, industrias o agricultura, se convierte en agua residual y necesita ser depurada antes de volver al medio. Las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR) aplican una secuencia de tratamientos:

Tratamiento primario para la eliminación física de sólidos mediante tamices y decantadores y la reducción de arena, grasas y aceites.

Tratamiento secundario aplicando procesos biológicos donde microorganismos degradan la materia orgánica disuelta. Los sistemas más comunes son el uso de lodos activados, biodiscos o filtros percoladores.

Tratamiento terciario. Etapa avanzada para eliminar nutrientes (nitrógeno y fósforo), patógenos y contaminantes emergentes. Incluye procesos de filtración avanzada, desinfección y, en algunos casos, membranas de ultrafiltración u ósmosis inversa.

En España la legislación exige que las aguas devueltas a ríos o al mar cumplan parámetros muy estrictos en calidad físico-química y microbiológica.

3. Reutilización de aguas depuradas

El paso siguiente para cerrar el círculo es dar un segundo uso al agua ya tratada. En este punto, se habla de agua regenerada: agua residual que, tras pasar por un tratamiento terciario reforzado, se destina a usos distintos del consumo humano directo.

Principales aplicaciones:

  • Agricultura: riego de cultivos, especialmente en zonas áridas.
  • Industria: refrigeración, procesos de fabricación.
  • Usos urbanos no potables: baldeo de calles, riego de parques, fuentes ornamentales.
  • Recarga de acuíferos: infiltrar agua tratada para mejorar reservas subterráneas.

En España, la reutilización está regulada por el Real Decreto 1620/2007, que define los niveles de tratamiento y calidad según el uso final.

Estos tres procesos (tratamiento, depuración y reutilización) no son compartimentos estancos, sino piezas de un mismo engranaje. Un buen tratamiento de agua potable reduce riesgos sanitarios, una depuración eficiente protege los ecosistemas y la reutilización disminuye la presión sobre fuentes naturales. Al integrarse, forman un círculo virtuoso que permite usar el agua varias veces antes de devolverla al medio en condiciones seguras.

Cerrar el círculo del agua es más que una cuestión técnica: es una estrategia para asegurar la disponibilidad del recurso en el futuro, reducir la huella hídrica global y minimizar el impacto ambiental.

Calidad y confianza

La calidad del agua no es solo un dato técnico, sino también un factor de confianza pública. Un episodio de contaminación grave puede generar desconfianza durante años, incluso después de que el agua vuelva a ser segura. Por eso, la transparencia en la información, la rapidez en la respuesta y la educación ciudadana son tan importantes como las infraestructuras.

Preguntas para el debate

  1. ¿Cuál es el contaminante del agua más difícil de controlar y por qué?
  2. ¿Qué tecnologías son más prometedoras para eliminar contaminantes emergentes?
  3. ¿Qué papel tienen los ciudadanos en la prevención de la contaminación hídrica?
  4. ¿Cómo equilibrar desarrollo industrial y calidad del agua?
  5. ¿Debe priorizarse la depuración avanzada o la prevención de vertidos?
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