Geografía de la desigualdad: un mundo fragmentado

Cuando pensamos en pobreza o desigualdad, solemos imaginar diferencias entre países: regiones ricas frente a regiones pobres, el Norte global frente al Sur. Pero el mapa de la desigualdad es mucho más complejo: no solo separa naciones, sino también barrios, regiones, clases sociales y generaciones dentro de cada país.

Este artículo propone una mirada geográfica y territorial de la desigualdad. Exploraremos cómo se expresa tanto entre países como dentro de ellos, y cómo incluso las economías más ricas del mundo albergan formas persistentes y, a menudo invisibilizadas, de pobreza y exclusión.

Desigualdad entre países: el mapa global sigue dividido

A pesar de algunos avances, el mundo sigue profundamente dividido en términos económicos. Las diferencias entre países del Norte global (Europa, EE. UU., Japón, Australia…) y del Sur global (América Latina, África, gran parte de Asia) se traducen en brechas masivas de ingresos, riqueza, esperanza de vida y acceso a servicios básicos.

Algunos datos clave:

  • Según el Banco Mundial, el ingreso promedio per cápita en países de renta alta supera los 45.000 dólares anuales, mientras que en los países de renta baja ronda los 1.000 dólares.
  • Las economías del Norte concentran el 80% de la riqueza mundial, aunque representan menos del 20% de la población.
  • África subsahariana alberga el mayor número de personas en situación de pobreza extrema, mientras que América Latina es la región más desigual del planeta en términos de distribución del ingreso.

Comparativa entre regiones:

  • África subsahariana: pobreza estructural, débil industrialización, sistemas fiscales frágiles, dependencia de materias primas.
  • América Latina: ingresos medios, avances en educación y salud, pero altísima concentración de riqueza y poder, informalidad laboral extendida.
  • Europa nórdica: PIB per cápita elevado, fuerte inversión en servicios públicos, bajo índice de Gini. Países como Noruega o Finlandia muestran que es posible combinar crecimiento con equidad.

Desigualdad dentro de los países: territorios fragmentados

Más allá de las fronteras nacionales, la desigualdad se reproduce dentro de cada país, entre regiones urbanas y rurales, zonas ricas y pobres, mayorías y minorías. Esta geografía desigual tiene consecuencias en la vida cotidiana de millones de personas.

Urbano vs. rural

  • En muchas economías emergentes, las zonas rurales concentran la pobreza estructural: menor acceso a servicios, peores infraestructuras, baja conectividad.
  • Las ciudades suelen ofrecer más oportunidades, pero también albergan barrios marginales donde la pobreza convive con la riqueza en pocos kilómetros.

Regiones olvidadas

  • En países como Brasil, México o India, regiones enteras quedan excluidas del crecimiento nacional. La desigualdad territorial se traduce en menos empleo, menor inversión pública y migración forzada hacia las metrópolis.

Brechas étnicas y culturales

  • En Estados con gran diversidad étnica o racial, la desigualdad se agrava cuando ciertos grupos sufren discriminación estructural: pueblos indígenas, afrodescendientes, migrantes.
  • Estas desigualdades no son solo económicas, sino también simbólicas, culturales y políticas.

¿Pobreza en países ricos? Sí, y más de la que parece

La idea de que los países desarrollados están “libres de pobreza” es falsa. En economías avanzadas como Alemania, Reino Unido, Francia o incluso los países nórdicos, existen formas específicas de pobreza y exclusión social, muchas veces invisibilizadas o normalizadas.

Pobreza infantil

  • Uno de cada cinco niños en la Unión Europea vive en riesgo de pobreza o exclusión social, según Eurostat.
  • El impacto es duradero: afecta el rendimiento escolar, la salud mental, las expectativas de vida.

Pobreza energética

  • En países como España, Italia o Reino Unido, miles de hogares no pueden mantener su vivienda a una temperatura adecuada en invierno o verano.
  • Es una pobreza “silenciosa” que afecta la salud, la seguridad y la dignidad.

Trabajadores pobres

  • Tener empleo ya no garantiza salir de la pobreza. En muchos países, hay millones de personas que trabajan en condiciones precarias, con bajos salarios y sin estabilidad.
  • La llamada “clase trabajadora empobrecida” es una nueva realidad del siglo XXI, incluso en países con altos PIB.

Exclusión social y desigualdad en el corazón de Europa

Europa, aunque con menor desigualdad que otras regiones, no es inmune a estos problemas. La Unión Europea mide la exclusión social con el indicador AROPE, que combina tres dimensiones:

  • Riesgo de pobreza por ingreso.
  • Privación material severa.
  • Baja intensidad laboral.

Políticas de respuesta:

  • Programas como el Ingreso Mínimo Vital en España o las transferencias universales en los países nórdicos buscan asegurar un suelo mínimo de dignidad.
  • Pero persisten retos como:
    • La desigualdad intergeneracional, que dificulta la movilidad social.
    • El acceso desigual a la vivienda, la educación superior o los empleos de calidad.

Una llamada de atención

La geografía de la desigualdad no es solo una descripción. Es un llamado de atención. Las brechas territoriales y sociales no son neutras: alimentan la desafección democrática, refuerzan la polarización política y obstaculizan el desarrollo sostenible.

Un sistema económico que permite que el lugar de nacimiento determine las oportunidades de una vida entera, no puede considerarse justo.

Superar estas desigualdades requiere políticas públicas que miren más allá del promedio nacional, que reconozcan la diversidad interna y que apuesten por una equidad territorial, étnica y generacional.

Conclusión: un mundo cada vez más desigual… también dentro de sus fronteras

Combatir la pobreza y la exclusión ya no es solo cuestión de cooperación internacional, sino también de justicia social dentro de cada país.

Reconocer que hay pobreza en los países ricos y desigualdad brutal en regiones ricas es un paso necesario para dejar atrás los estereotipos y las soluciones simplistas. Y para avanzar hacia un modelo de desarrollo que no deje a nadie atrás, en ningún territorio.

Preguntas para el debate

  1. ¿Es más difícil combatir la pobreza en el ámbito rural que en el urbano? ¿Por qué?
  2. ¿La desigualdad entre países es una consecuencia del subdesarrollo… o del desarrollo desigual de otros?
  3. ¿Debería haber políticas diferenciadas según el territorio dentro de un mismo país, o las mismas para todos?
  4. ¿Se puede hablar de “pobreza” en los países ricos, o deberíamos usar otro lenguaje?
  5. ¿Qué consecuencias sociales y políticas tiene vivir en una sociedad geográficamente desigual?
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